Presentación de las antologías de Letras y Novela Gráfica en el pasado Encuentro de Jóvenes Creadores del Fonca, llevado a cabo en León, Gto., en noviembre de 2018

Presentación de las antologías de Letras y Novela Gráfica en el pasado Encuentro de Jóvenes Creadores del Fonca, llevado a cabo en León, Gto., en noviembre de 2018

Hace muchos años, en una de las ocasiones en que tuve la fortuna de tener la beca del programa Jóvenes Creadores del Fonca, camino a uno de los encuentros que se organizan para que los becarios trabajen con sus tutores y entre ellos, se me ocurrió calcular lo que significaría que desaparecieran los camiones que nos llevaban. (Eran tiempos más pacíficos, mucho antes de los horrores que hoy vemos: yo, ingenuamente, apenas imaginaba que esos camiones eran abducidos por extraterrestres, o algo parecido). Y supuse —lo digo no porque yo fuera ahí, sino por el asombro que me causaba ver tal multitud de artistas reunidos— que la consecuencia obvia sería un vacío gigantesco en la cultura mexicana, un empobrecimiento irreparable en la medida en que esa cultura se vería privada de los frutos de todos esos talentos en formación, de sus entusiasmos y sus preocupaciones, de sus búsquedas y sus hallazgos.

Años después, cuando me ha tocado ser tutor de ese programa, he dado otra forma a esa imaginación. En un país asolado por el miedo y en el que cada ciudad encierra peligros insospechables para todos, los encuentros de Jóvenes Creadores tienen siempre un carácter de insólita resistencia —aunque no libre de amenazas: en Guerrero, por ejemplo, bien advertidos estábamos los participantes de cuidarnos mucho, pues la libertad de antaño sencillamente dejó de existir—. Y, con todo, no parecía posible que todo eso desapareciera.

Hasta que llegó la llamada Cuarta Transformación.

Pasa esto: en la andanada del nuevo gobierno contra las prácticas de los regímenes anteriores, trátese de huachicoleros, administración supuestamente fraudulenta de guarderías, organizaciones de la sociedad civil, etcétera (si bien no se ve que ocurra gran cosa contra líderes sindicales de corrupta prosapia, blanqueadores de capitales, exgobernantes que gozan y seguirán gozando de impunidad, y usos y costumbres del latrocinio a gran escala en todas sus variantes), el sector cultural de la administración pública va siendo uno de los terrenos en que más desastres están ocurriendo, y, en concreto, es de temerse que de aquel programa sólo quede un vacío de verdad irremediable. (Seguimos la semana que entra).

 

J. I. Carranza

Mural, 28 de febrero de 2019